Cuando decidí pedir ayuda a Iván llevaba 4 meses en los cuales mi hombro no hacía más que empeorar, perdía movilidad y el dolor cada vez aparecía en más actividades diarias, limitándome incluso el asearme o vestirme. El tratamiento médico consistía exclusivamente en antiinflamatorios y reposo.

Lo que más valoré cuando le conocí fueron sus explicaciones sobre que pasaba en mi tendón y porque me dolía, algo que nunca me habían explicado. De esta manera, empecé a comprender el porqué de todas las pautas que Iván me dió, la necesidad de hacer ejercicios para fortalecer ese tendón y de progresar en cuanto a la dificultad de los mismos. Cuando tenía días peores, porque me había pasado haciendo cosas con el hombro, Iván me tranquilizaba y me cambiaba los ejercicios en la aplicación, adaptándolos a cada momento del proceso. 3 meses después, el dolor se había ido, de forma definitiva, poniéndolo a prueba haciendo ejercicios con pesos que ni siquiera antes levantaba.

Por esto y su calidad humana, recomiendo a Iván a cualquiera que esté pasando por una situación similar.